Conocé cuáles son las cualidades más sobresalientes de un wedding planner para convertirte en un profesional reconocido y destacado.
Ser un organizador de bodas no es tarea fácil, esta profesión implica llevar sobre tus hombros la responsabilidad de hacer realidad el sueño de una pareja. El resultado final debe ser perfecto, por eso la experiencia y las cualidades de la persona que se desempeña en esta profesión son cruciales.
El objetivo que tenés al desempeñarte como organizador de bodas es jugar un papel integral en la planificación del evento más especial para los novios. Entre tus funciones estará la planificación, trato con proveedores, manejo de presupuestos, contratos y todo lo relacionado al diseño, logística y preparación de la fiesta. De allí la importancia de contar con estas cualidades fundamentales:
Tal y como su nombre lo indica un wedding planner se encarga de planificar, lo que significa tomar decisiones acertadas sin dejar nada al azar. Para lograrlo ser detallista es una cualidad crucial, cuidar que todo fluya exactamente según lo acordado garantiza el éxito del evento.
Una de las cualidades importantes para vos como organizador de bodas es estar enterado de las últimas tendencias en materia nupcial. Tenés que saber todo sobre moda, estilo, opciones de color, decoración, diseño de la boda según la temporada, lugares relevantes para el festejo y más.
La creatividad es fundamental para triunfar en esta profesión, muy rara vez los novios tienen pautas establecidas de lo que quieren. Por eso, tenés que hacerles propuestas interesantes en cuanto a música, decoración, diseño y estilo para que su boda se convierta en un evento personalizado e inolvidable.
Si querés formarte como organizador de bodas la disciplina debe definirte. Es necesario ser muy organizado, realizar la preparación del evento siguiendo los parámetros establecidos con los novios, sin pasar nada por alto y con mucha constancia. Recordá que tendrás en tus manos el desarrollo una ceremonia muy importante.
En este evento tan importante los nervios suelen estar a la orden del día. Un buen wedding planner debe ser paciente y empatizar con la pareja para transmitirles seguridad y confianza. Tenés en cuenta que las ideas de los novios siempre deben tener prioridad por más que tengas la capacidad de asesorarlos.
Destacar en tu trabajo será muy sencillo si contás con un excelente equipo. Contactá con un buen grupo de proveedores, ya sean fotógrafos, floristas, decoradores, músicos, entre otros y enfocate en una buena comunicación con ellos con el fin de alcanzar los objetivos propuestos por los novios.
La flexibilidad hace referencia a la capacidad que tenés para adaptarte a distintas circunstancias. Cada cliente tendrá un nivel de exigencia diferente y es importante que puedas acoplarte a cada uno de ellos, así como lograr que tu equipo de trabajo se adecúe a las necesidades requeridas.
Otra de las cualidades resaltantes sin duda es la puntualidad. No solo tenés que cuidar la tuya como agente de servicios sino la de los proveedores que trabajan con vos, verificando que cumplan con los plazos de entrega y acuerdos establecidos en el tiempo indicado.
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