En esta nota te contamos todo lo que tenés que saber sobre los métodos de conservación de los alimentos, tanto caseros como industriales.
Conservar los alimentos no es un proceso difícil, sin embargo es importante prestar atención a diferentes aspectos a fin de mantener la calidad y propiedad de cada alimento y evitar la intoxicación alimentaria.
Una buena conservación nos permite no sólo aumentar la vida útil de los alimentos sino preservar sus propiedades nutritivas, su sabor, olor, textura, etc. Las técnicas de conservación que utilicemos en casa deben ser seguras para evitar cualquier tipo de contaminación alimentaria.
Las conservas es uno de los métodos de conservación más utilizados en el hogar. Este proceso implica cocinar el alimento a temperaturas bien altas y luego conservarlo en un envase hermético, previamente esterilizado. Los alimentos en conserva mantienen su calidad y sus nutrientes por un período bastante considerable.
Otra forma de conservar los alimentos en casa es mediante la congelación, este método nos ayuda a retener la calidad y los nutrientes durante un período de tiempo más largo. Además, el hecho de congelar los alimentos es una forma de prevenir los hongos o bacterias que son los que causan el deterioro de los alimentos.
La deshidratación es otro de los métodos más utilizados en el hogar para conservar los alimentos. El proceso de deshidratación consiste en eliminar la humedad del alimento, con lo cual se asegura que las bacterias patógenas no lleguen a desarrollarse.
Técnicas industriales para conservar los alimentos
Al momento de manipular la materia prima y elaborar un determinado producto, la mayoría de las industrias alimenticias aplican diferentes técnicas de conservación.
La pasteurización es un proceso que se utiliza para destruir las bacterias e inactivar las enzimas que provocan el deterioro del alimento, es por ello que la pasteurización se aplica a productos como la leche cruda, los jugos de fruta y la cerveza. Mediante el proceso de pasteurización se somete a los productos a una temperatura bien alta y luego a temperaturas más frías a fin de eliminar todos los agentes patógenos que producen enfermedades alimentarias.
En muchas productos también se aplica la esterilización, que consiste en colocar el alimento en un recipiente cerrado y someterlo a una elevada temperatura por un par de segundos, con el objetivo de eliminar las bacterias.
Otra forma de conservar y proteger los alimentos consiste en la irradiación. Este sistema no utiliza calor pero igualmente destruye las bacterias y hongos a partir de un campo de energía, por eso se lo utiliza principalmente en alimentos como los cereales, las frutas y las verduras.
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