Obesidad infantil, entre culpables e inocentes

La obesidad infantil es un problema mundial que está afectando a cada vez más países; pasó a ser un tema presente en la agenda de médicos, medios y la sociedad en general. Sin embargo, sigue habiendo ciertos interrogantes en cuanto a quién es el verdadero culpable de este trastorno alimenticio que afecta a niños de todo el mundo.

¿Qué factores llevan a la obesidad infantil?

En muchas ocasiones se suele culpar a los locales de comidas rápidas; por ofrecer en sus menús comidas con un alto contenido calórico y alto contenido de grasa. Además, dichos lugares cuentan con maxi porciones y maxi combos que aumentan las grasas y calorías de cada alimento. 

También se suele culpar a los productos que más consumen los niños como galletas, dulces y gaseosas. Estos productos con demasiado azúcar son los preferidos por los infantes por su sabor, hasta suelen ser adictivos. Sin embargo, aunque dan energía no contienen sustancias nutritivas y por eso se recomienda consumirlos ocasionalmente. 

Otro factor de culpa está relacionado a que los niños son menos activos, cuentan con otra rutina en la cual se disminuye la actividad física y aumentan las actividades sedentarias como ver televisión o jugar en la computadora u otros dispositivos electrónicos. 

Por bastante tiempo se supo culpar a aquellos establecimientos escolares que permitían utilizar las máquinas expendedoras de refrescos y golosinas; y a aquellos que no ofrecían opciones saludables en el menú escolar o en los kioscos dentro de la escuela. Es importante que se apliquen regulaciones en cuanto a los productos que se ofrecen.

Los padres deben educar a sus hijos en cuanto a su nutrición, enseñarles a seleccionar los alimentos más adecuados y saludables, no sólo para consumirlos en el hogar, sino también para que estén preparados ante un menú de cafetería o de lugares de comida rápida.

Como vemos, no hay un sólo culpable a quien responsabilizar completamente por este desorden alimenticio que afecta cada vez a más niños alrededor del mundo. La sociedad en general debe tomar conciencia de esta problemática y actuar con rapidez. En suma, enseñar a los niños a alimentarse de modo responsable y saludable, incentivarlos a hacer más actividad física suele ser un buen camino para evitar problemas nutricionales y evitar las consecuencias que genera el sobrepeso.

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