El aumento de peso durante el embarazo suele preocupar a muchas mujeres, sin embargo la clave está en mantener una dieta saludable.
A medida que avanza el embarazo, es común que la mujer vaya ganando algo de peso, por lo cual es importante buscar el equilibrio mediante una dieta saludable y nutritiva que asegure tanto el bienestar de la madre como del futuro bebé. Por lo tanto, comer sano y con responsabilidad ayudará a controlar el aumento de peso durante el embarazo. Además, es muy importante complementar una buena alimentación con el ejercicio diario como caminar o nadar o implementar un programa de ejercicio adaptado para cada caso particular.
Generalmente pensamos que el embarazo significa tener que comer para dos, sin embargo nada más lejos de la realidad ya que en términos específicos la mujer embarazada necesita 340 calorías extra por día en su segunda trimestre y una 450 calorías en el tercer trimestre de embarazo. En suma, tanto comer de menos como comer en excesos pueden afectar el peso saludable de la embarazada y esto trae consecuencias lógicamente a la hora de que el bebé nazca sano.
La nutrición ideal durante el embarazo debe enfocarse en una dieta a base de alimentos de origen vegetal como frutas y verduras, moderar la ingesta de carnes rojas y por otra parte aumentar el consumo de carnes blancas. Para un control adecuado de peso durante el período de gestación también es importante sumar a la dieta todo tipo de lácteos descremados y alimentos integrales como pan, arroz, cereales y utilizar en la medida de lo posible aceite de oliva.
Durante el embarazo la mujer debe cuidar su nutrición ya que de esto depende no sólo los nutrientes que recibe su bebé sino también su peso y su figura. Es decir, cuanto más peso obtenga en los meses de embarazo más difícil será volver a su peso normal; y a su vez será mayor el riesgo de sufrir enfermedad como diabetes, alta presión o someterse a cesárea al momento del parto.
Para tener en cuenta, una mujer con peso normal, tiene un índice de masa corporal (IMC) de 18.5 a 24.9, y debe aumentar durante el embarazo entre 11 y 16 kilogramos. En cambio, una mujer que presente sobrepeso y su IMC es de 25 o 30 no debería aumentar más de 7 kilogramos. Y en el caso de las mujeres que tienen un peso inferior al normal y un IMC menor a 18.5 pueden aumentar hasta 18 kg.
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