En los adultos, el deterioro cognitivo sin enfermedad específica es un síndrome que aún hoy plantea varios interrogantes entre los profesionales.
Existen muchas preguntas sin responder sobre si el deterioro cognitivo corresponde a afecciones que aparecen exclusivamente con la edad, o es un cuadro generado por una enfermedad específica que transforma las moléculas del organismo. Lo que sí ha demostrado es que el síndrome de deterioro cognitivo es más frecuente en los adultos mayores pero no es un síndrome exclusivo del proceso de envejecimiento.
En síntesis el deterioro cognitivo sin clasificarse como una enfermedad es la modificación de funciones motoras intelectuales que afectan al individuo no llegando a distorsionar de forma considerable la capacidad de relacionarse socialmente o profesionalmente.
Por lado contrario el deterioro cognitivo que si se clasifica como enfermedad interfieren en la vida del individuo negativamente, perjudicando la capacidad de relacionarse en todos los ámbitos de su vida, si el deterioro sigue incrementándose el individuo puede llegar a ser diagnosticado como demencia, donde sus acciones dejan de tener consideración social y legal; y requiere del cuidado especial de un asistente terapeutico.
Recientemente se han realizado estudios que podrían haber encontrado la causa de este síndrome, los mismos revelan que los trastornos cognitivos son la consecuencia de la deterioros en las funciones de la corteza prefrontal lateral, lo que produce alteraciones en las capacidades de ejecutar acciones, mantener la atención y la concentración, sin embargo los adultos con deterioro cognitivo leve no encuentran anomalías en la corteza prefrontal, por lo que aún queda un largo camino de estudios e investigaciones por recorrer.
La mayoría de los trastornos leves del deterioro cognitivo presentan los mismos síntomas, les cuesta recordar sucesos del pasado, no recuerdan los nombres de las personas de su círculo íntimo, se disminuye su capacidad de atención y concentración. Cuando la enfermedad es leve los síntomas de la enfermedad se producen por periodos, y no constantemente.
Cuando un individuo es aquejado por esta enfermedad es imposible establecer hasta dónde llegará la misma, ya que cada paciente reacciona de manera diferente, algunos, la mayoría se mantiene estable o se deteriora lentamente pronunciando aún más los síntomas ya existentes, pero existe otro grupo de pacientes donde la enfermedad los ataca de manera rápida y sin compasión llegando a sufrir demencia en un lapso de 3 años luego de descubierta la enfermedad.
En los adultos mayores el manejo clínico de los trastornos cognitivos, sea de cualquiera de los dos tipos, es decir por envejecimiento netamente o por la aparición de la enfermedad, debe ser por extremo meticuloso y cuidadoso, primero se deberá realizar un estudio en profundidad y en segundo lugar se deberá estudiar los cambios moleculares propios del envejecimiento.
El asistente terapeutico y los médicos que traten el deterioro cognitivo buscarán prevenir de todas formas los factores que puedan acelerar las consecuencias o síntomas de la enfermedad, para ello es importante mantener a los mayores entretenidos con ejercicios que ayuden al desarrollo cognitivo, de esta forma las células se esforzarán y tardarán menos tiempo en morir.
Los adultos cuando padecen esta enfermedad se sienten perdidos, y el estado emocional es completamente negativo, es sumamente importante reforzar los cuidados médicos a partir de un asistente terapeutico capacitado y que se apliquen los tratamientos psicológicos o psiquiátricos adecuados para ayudar a los anciano a transitar su vejez lo más lúcidos posible.
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