Cómo plantar hierbas aromáticas

Las hierbas aromáticas nos acompañan todo el año y suelen tener gran capacidad de adaptación a todo tipo de condiciones y suelos, sin embargo, contar con una serie de consejos y sugerencias de jardineria te facilitará la tarea de cultivar tus propias plantas aromáticas.

Elige un sitio que se encuentre próximo a la casa o la cocina para tenerlas más mano. Un buen lugar suele ser la ventana de la cocina. 

Aunque no requieren de muchos cuidados, es importante que el drenaje del suelo sea bueno porque son sensibles al exceso del agua. Se recomienda regarlas de mañana temprano o bien a la tarde cuando cae el sol.

El clima, aspecto fundamental en jardineria

El lugar debe ser soleado y protegido de los vientos. 

En invierno, debemos estar atentos a las heladas porque muchas especies no son muy resistentes. En estos casos, podemos cultivarlas en interiores que estén muy bien iluminados (como jardines de invierno) pero evitando siempre la calefacción. 

Las puedes plantar en cualquier época del año, sólo debes evitar los días de mucha temperatura en verano o los días muy fríos de invierno.

Antes de plantar nuestras hierbas aromáticas se recomienda labrar el terreno para dejarlo suelto y aireado. A su vez, esto permitirá eliminar todos los tallos, raíces o yuyos que haya en el suelo. Puedes complementar esta tarea añadiendo al suelo algún tipo de abono orgánico para complementarlo con nutrientes minerales. Por ejemplo, el nitrógeno es indispensable para el crecimiento y la regeneración; el potasio fortalece el tejido y aumenta la resistencia de la planta; el fósforo ayuda a la formación de las raíces.

Si plantas las hierbas en el jardín puedes aplicar un acolchado de corteza de pino, grava y  otros materiales. Esta capa reduce la evaporación de la humedad del suelo, evita que crezca maleza o yuyos y además suma puntos en decoración. Por su parte, si utilizas macetas también puedes utilizar grava o pequeñas piedras para sumar efectividad.
En jardineria es importante que se seleccionen con cuidado las especies que se va a cultivar, evitando mezclar aquellas que son anuales, bianuales con las perennes, porque cada una requiere diferentes proporciones de humedad y horas de sol. 

A la hora de podar las plantas aromáticas se recomienda hacerlo luego de la floración, es decir, cuando finaliza la temporada para evitar que se tornen leñosas y revitalizar su ciclo. 

Debemos estar atentos al crecimiento de nuestras hierbas, ya que algunas especies como las arbustivas crecen demasiado y requieren recipientes o lugares más amplios para desarrollarse plenamente. 

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